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viernes, 17 de marzo de 2017

 
 
 
Me dejo hundirse en el dolor, no he luchado ... Y entonces un día me dije: usted todavía puede sonreír, todavía se puede caminar, usted está sano, tiene todas sus facultades. Hay un montón de cosas que hacer, mucha gente se reúna, y la alegría volvieron. La alegría de vivir. Era inexplicable. Tenía otra vez para vivir.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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